En la foto, dos guineanos nacionalsocialistas posan sin camiseta.
Un caso insólito. Agentes de la Policía Nacional y la Policía Local han detenido a cuatro jóvenes de raza negra por agredir violentamente a otro chico que se negó a realizar el saludo nazi acompañado con la frase «¡Heil Hitler!» cuando los agresores se lo requirieron.
Los sospechosos, tres de ellos de nacionalidad guineana y el cuarto español pero al parecer del mismo origen, se encuentran en libertad provisional con la obligación de comparecer quincenalmente a firmar en los juzgados como imputados por un delito de lesiones, según fuentes de la investigación.Dadas las paradójicas circunstancias que rodean el caso, la comisaría provincial ha descartado una motivación xenófoba o neonazi en la escaramuza, máxime tras comprobar que la víctima no pertenece a ningún grupo de ultraderecha y, de estar adscrita a una ideología, estaría más próxima a la extrema izquierda, según las propias fuentes policiales.
La rocambolesca historia ocurrió el pasado domingo a las ocho y diez de la mañana, cuando dos agentes municipales fueron requeridos en la calle Díaz Moreu de Alicante para que comprobaran una llamada telefónica en la que se alertaba de que una persona había sido arrojada escaleras abajo del tren Tram, que cuentan con una altura aproximada de dos metros y medio, según informó ayer en un comunicado la Concejalía de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes.
La dotación policial se encontró a su llegada a un joven tumbado, en estado semiinconsciente, que estaba acompañado por tres amigos: dos chicas y un chico.
Éstos relataron que los agresores de origen guineano habían conminado al perjudicado a saludar «a Hitler» mientras levantaban el brazo en alto a imitación de fascistas y neonazis. El interpelado, de ideología antifascista, se negó a obedecer las supuestas órdenes y fue golpeado sin solución de continuidad.
El chico fue evacuado en una ambulancia hasta el Hospital General de Alicante, donde recibió asistencia sanitaria y fue dado de alta unas horas más tarde.
Por su parte, los presuntos agresores, de edades comprendidas entre los 21 y los 30 años, fueron localizados y arrestados en las proximidades, en concreto en la calle Valencia. Admitieron únicamente que momentos antes se habían visto envueltos en una pelea. Al día siguiente, lunes, ante el juez de guardia, dieron una versión de lo ocurrido totalmente opuesta a la del herido y sus amigos. De acuerdo con sus declaraciones, fue el perjudicado quien les provocó previamente y se dirigió hacia ellos con el saludo nazi, según las fuentes consultadas.
La investigación apunta a que solo dos de los detenidos serían autores materiales de los golpes. El magistrado les dejó en libertad provisional a todos, aunque les impuso la obligación de comparecer cada quince días en los juzgados.
La Policía Nacional, que se hizo cargo de las pesquisas tras las detenciones, se inclina por pensar que en la agresión no mediaron razones de índole ideológico sino la ingesta desmesurada de alcohol.
Según algunos medios alienados, todo se achacaría al alcohol, ingrediente que, unido a unas palabras más altas que otras, habrían desembocado en una situación absurda.
Un nuevo caso en el que un amante de la multiculturalidad recibe una dosis de amor fraternal por parte de sus defendidos.
¡Que pase el siguiente!
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