Los disturbios se produjeron tras la decisión de las autoridades policiales de convertir un campamento militar en centro de acogida para inmigrantes ilegales. El alcalde ha decidido cortar el agua y que no se recoja la basura.
A mediodía de ayer comenzaron a registrarse violentos incidentes en la entrada del un campamento militar, perteneciente al ejército de tierra, situado en la entrada de la ciudad de Corinto, a menos de ochenta kilómetros de la capital griega. La policía, continuando con su operación «Xénios Zéus» contra la inmigración ilegal, ha convertido el campamento en un centro de acogida de tipo cerrado para inmigrantes sin papeles, en este caso detenidos en Atenas.
Nada mas conocerse ayer esta noticia más de 200 habitantes de la zona, encabezados por el diputado del partido extremista neonazi Amanecer Dorado, Efstáthios Bukúra, que estaba acompañado por un grupo de su partido «uniformado» con camisas negras, se dirigieron a la entrada del campamento, intentando impedir la entrada de los vehículos de la Policía dónde se encontraban los ilegales. Finalmente, y gracias a la participación de fuerzas antidisturbios provenientes de Atenas, la policía consiguió que los vehículos accedieran al interior del campamento. Presentes en el lugar se encontraban las autoridades policiales encabezadas por el Inspector General del Sur de Grecia, Teniente General Dimitris Tsaknákis y el Director General del Peloponeso, Comandante Ilías Georgópulos.
Por la tarde el alcalde de Corinto, Aléxandrós Pnevmatikós -que ha tenido varios enfrentamientos frontales con el diputado de Amanecer Dorado de su provincia en estas últimas semanas- convocó una reunión extraordinaria del consejo municipal para estudiar la situación, dado que la Alcaldía no había sido informada de la transformación del campamento en un centro de acogida para inmigrantes ilegales. El alcalde decidió que se cortara el agua y la recogida de basuras del campamento, anunciando que «estamos en guerra. La sociedad está en contra. La guerra ha comenzado y será mas intensa». Esta mañana en el programa matinal de la televisión Mega el alcalde insistió en directo que no se había informado a la alcaldía de esta decisión del Ministerio de Orden Público y afirmó que, varios inmigrantes se habían escapado durante la noche. Inmediatamente después intervino en el programa el portavoz de la policía, Crístos Manúras, que desmintió esta noticia y explicó que han sido cuatro los inmigrantes de distintas nacionalidades que se enzarzaron en una disputa y se encuentran ingresados en el hospital de Corinto con diversas heridas.
En la página digital de Amanecer Dorado se ha publicado que «la transformación de instalaciones del Ejército griego en centro turístico para los inmigrantes ilegales es una acción criminal, especialmente cuando dentro de estas instalaciones se guarda armamento. Amancer Dorado se opone de hecho a dichas medidas inaceptables».
Entretanto dicha página digital del partido de extrema derecha Amanecer Dorado ha denunciado también que en la madrugada de ayer los «conocidos-desconocidos» (frase que se suele utilizar en Grecia para describir a un tipo de manifestantes radicales que suelen tener la cara cubierta por un pasamontañas) «destrozaron totalmente la empresa del diputado de Corinto de Amanecer Dorado, Efstáthios Bukúras. Los autores quemaron con «gazákia» (explosivos caseros) y bombas molotov la cafeteria del señor Bukúra en Peristeri (barrio de Atenas), así como dos automóviles.» La página digital también condena el ataque de «anarco-comunista» de su sede en la provincia de Séres, al norte de Grecia, en la que invervino la policía efectuando arrestos. Esta noticia termina con una frase amenazante: «el periodo de la impunidad y de la irresponsabilidad de los delincuentes de extrema izquierda ha terminado».
Todos los medios griegos destacan el hecho de que la sociedad griega quiere que se solucione el problema de la inmigración ilegal pero ahora que el Ministerio de Orden Público empieza a detener a quienes no tiene documentos legales y a recogerlos en centros en distintas partes del país, las autoridades y la población local se oponen.
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