Los defensores de la “pela”.
Mi cuñado Pepe es un “defensor de la pela”: nacido en el Puerto de Santa Maria (Cádiz), residente en Barcelona desde hace veinte años, buen chico y de buena fe, me explica con su acento gaditano las ventajas que la independencia de Cataluña tendría para mi bolsillo personal. El pasado domingo, durante una barbacoa, me dijo:
- Ez que loz ezpañolez noz roban la pazta, neng! Zi loh catalaneh fuéramoh independienteh, tós llegaríamoh a fin de meh!
La argumentación viene a ser la siguiente: Los catalanes pagamos en impuestos más dinero de lo que recibimos vía servicios o inversiones. Por tanto, existe un “déficit fiscal” que beneficia a las regiones más pobres de España. En consecuencia, si Cataluña fuera independiente, el importe de este déficit se quedaría en nuestra casa y los catalanes podríamos disponer de esa cantidad, ya sea en mejores servicios, mejores infraestructuras, menos impuestos, etc. (1)
Por tanto, la independencia “saldría a cuenta” (1), sería una “cuestión de prosperidad” (2), y quien no fuere independentista seria por desinformación o por ignorancia, en el mejor de los casos. En conclusión: la independencia ya no es una cuestión sentimental, histórica o cultural, sino que ahora se trata de una necesidad económica “científicamente” [sic] demostrada. Un dogma de fe.
A mí, los economistas me recuerdan al hombre del tiempo, o a los astrólogos. Sus teorías sirven para explicar por qué no se cumplieron sus previsiones anteriores. Y es bien sabido que la economía es el único campo dónde dos personas pueden ganar el premio Nobel con teorías completamente diferentes e incompatibles… y los dos estar equivocados.
Por eso, me gustaría traer la cuestión al mundo de los mortales, y no de la Revelación económica, introduciendo unas ideas (enumerarlas, insuficientemente desarrolladas por falta de espacio):
1. Todas las regiones ricas mantienen un déficit fiscal dentro de sus países. Y este sería el caso de Cataluña en España, de Hessen en Alemania, de Alberta en Canadá, etc. También encontramos este déficit fiscal en el interior de la propia Cataluña: la provincia de Barcelona sufre un déficit fiscal a favor de las otras tres provincias (3). ¿La provincia de Barcelona debería pedir la independencia respecto del resto de Cataluña por este hecho? La existencia del déficit fiscal es normal: señal de nuestra bonanza económica. Sala y Martín reconoce este argumento (pág.21), afirmando que aquello que se cuestiona no es la existencia del déficit, sino la magnitud del mismo: un 10% sobre el PIB resultaría excesivo, en opinión del profesor. Pero, entonces, se trataría de otra cuestión: determinar cuál debería ser el nivel “no excesivo” de déficit, y no criticar la existencia misma del déficit.
2. El principal mercado económico de Cataluña es el resto de España: Son más intensas las relaciones comerciales entre Cataluña y el resto de España, que no las relaciones comerciales en el interior de la misma Cataluña, o que las exportaciones catalanas en el extranjero (4). Por lo tanto, la riqueza de Cataluña (que provoca el déficit fiscal) es fruto del comercio de Cataluña con el resto de España (comercio inter-regional), y fruto de la adhesión de España a la UE (comercio internacional) (4). Simplificando mucho, podemos afirmar que si Cataluña sufre déficit, es porque es rica, y es rica porque tiene mercado con el resto de España y la UE. En efecto, el déficit fiscal no es unidireccional (pérdida de Cataluña a favor del resto de España), sino que se alimenta mutuamente: Es el mercado común España y UE lo que hace rica a Cataluña. (No se trata, como dice Sala i Martín, de dar dinero a los pobres para que nos puedan comprar, sino que precisamente porque los otros nos compran por eso que somos ricos!!!).
3. Es cierto que la evolución de la economía mundial (hacia la globalización) hace que el mercado español pierda importancia para las empresas catalanas, a favor del mercado internacional. Pero, como también afirma Sala i Martín (pág. 30), la independencia de Cataluña sólo seria “deseable” si la Unión Europea acogiera en su seno el eventual nuevo Estado independiente. Por lo tanto, una Cataluña independiente también de la UE no seria “deseable” en absoluto. La importancia de continuar integrados económicamente quedó clara en el último referéndum sobre la independencia del Quebec, donde se reivindicaba un Quebec políticamente independiente, pero dentro del NAFTA.
4. La Unión Europea está integrada por Estados: si Cataluña puede disfrutar del Mercado único europeo, es porque España forma parte de él. Las normas de adhesión a la UE son normas comunitarias, establecidas en los Tratados constitutivos, y estos no contemplan la posibilidad de qué ningún territorio que forme parte de los Estados miembros pueda separarse de su Estado al mismo tiempo que mantiene su integración económica con la UE. Como antecedente, podemos citar el caso de Argelia cuando, en 1962, accedió a la independencia (5).
5. Los Estados de la UE no permitirán el cambio de la normativa comunitaria, porque pondrían en peligro la integridad territorial de sus propios Estados. Francia, Alemania, Italia, etc., en el seno de las Instituciones comunitarias europeas, no impulsarán ninguna norma que permita que las regiones europeas puedan independizarse de su Estado al mismo tiempo que conserven su adhesión a la UE.
6. La visión idílica según la cual la independencia permitiría aprovechar en nuestro beneficio exclusivo el actual déficit fiscal, es poco realista: Los ingresos fiscales (recaudación) son muy sensibles a la coyuntura económica: si se reduce la actividad, la obtención de recursos a través de los impuestos y cotizaciones también se reduce. La recaudación fiscal está íntimamente vinculada con el PIB (5). Es previsible que una Cataluña independiente pierda negocio en España (su mejor mercado) y en la UE: menos movimiento significa recaudar menos impuestos. Si tenemos en cuenta que los gastos son poco flexibles a la baja, entonces observamos que el importe del actual déficit fiscal se reduce sensiblemente o incluso podría desaparecer.
7 . No podemos hacer demagogia hablando de “expolio fiscal”: Habría “expolio” si los impuestos en Cataluña fueran superiores de los del resto de España: si el IVA fuera del 25% en vez del 16%, si el IRPF tuviera un baremo diferente, si el IS fuera del 40% en vez del 30-25% ,etc. Esto no se da en la actualidad: la legislación fiscal es la misma (con la salvedad del Concierto histórico en las provincias forales vascas y navarra).
En conclusión: la independencia sería un “mal negocio” para Catalunya. Estos “defensores de la pela” que defienden la independencia por motivos estrictamente económicos, serían los principales perjudicados de esta fantasía autodestructiva. Como dijo Josep Pla: “los catalanes fabricamos muchos calzoncillos, pero no tenemos tantos culos” (6).
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NOTAS:
(1) Uno de los mejores exponentes de la argumentación económica a favor de la independencia de Cataluña es el profesor Xavier Sala i Martín. Se puede consultar, por ejemplo, su trabajo “Catalanisme Obert al Segle XXI: L’Economia” (2001), que se encuentra en el siguiente enlace: http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2001/FCO/Fundacio%20Catalunya%20Oberta%20Paper.pdf
(2) Dossier del partido Reagrupament.cat (Cercle Català de Negocis): http://www.ccn.cat/sites/default/files/Presentacio%20CCN%20Deficit%20Fiscal%20Catala%2029.05.2010.pdf
Este dossier no tiene el mismo rigor y honestidad que muestra el profesor Sala i Martín. En el dossier de Resagrupament se observa un excesivo uso de adjetivos, donde el “déficit fiscal” se convierte en “expolio” (concepto inapropiado) calificado de “escandaloso y abusivo”, el modelo es “perverso”, la situación es “insólita”, el déficil es “escandaloso”, etc. El dossier se convierte, pues, en una serie de excusas y argumentaciones para justificar una conclusión redactada desde el principio.
(3) “Análisis económico provincial de Cataluña; las contradicciones del nacionalismo”. Convivencia Cívica Catalana: http://www.convivenciacivica.org/images/stories/analisis%20economico%20provincial%20c.pdf
(4) “El comercio inter-regional en España: Análisis de la base de datos c-intereg sobre comercio de bienes (1995-2006)”: http://www.c-intereg.es/El_Comercio_Interregional_en_España_1995-2006_29_10_08.pdf
(5) “Economía de la secesión: El caso de Cataluña”. Mikel Buesa: http://www.ojosdepapel.com/Index.aspx?article=3413
(6) Artículo de Antonio Cerdá (profesor de investigación del CSIC), diario ABC, 2005.
Solo hace falta mirar a los componentes de éste grupo para que no tenga credibilidad ni para los más fachas de España. Todos vosotros tendriais que haber vivido la época de los dos coleguis, Franco y Hitler, para que os hubieran puesto un petardo bomba en el culo. Otro gallo cantaría! Dejadnos tranquilos con nuestra memoria histórica, ke no nos soportais desde hace mucho tiempo, pues dejadnos ir, ke os importa? Si os damos asco! Sois retrógrados, necios, hablais sin saber de qué, movidos solo por un sentimiento que os inculcaron de pequeños y que ni os habeis planteado. Un poco de personalidad! Pero tranquilos, no esperamos que nos entendais porque ya hace mucho que las estadísticas hablan por sí solas y desde Catalunya, patria progressista querida, hablamos al mundo entero, y, mal os pese, hoy somos portada de medios internacionales que se compadecen de lo que nos haceis pasar.
ResponderEliminarVISCA CATALUNYA I VISCA EL CATALÀ!
El sentimiento inculcado de pequeño se lo tiene que adjudicar a usted también. Nada más decir que esa idea de la independencia son fantasias que unicamente se cumplirán en la impotetica situación en que lo sueñe. Porque es imposible, lo cual, mal os pese, me reconforta.
EliminarQuerido lector, no juzgues nunca por las apariencias o la ideología, quizá el conversar con alguien completamente opuesto a tu cosmovisión del mundo te pueda resultar provechoso. Tengo familia catalana viviendo en Cataluña desde hace muchos años, he visitado esa región varias veces y creo que me puedo hacer una idea de lo que ocurre ahí: los políticos y los mandamases se han puesto de acuerdo para culpar al resto de España de su incompetencia en materia económica, entre otras.
ResponderEliminarHay que dejarse de tonterías, busquemos las cosas que nos unen (como la historia, identidad, raza y gastronomía) y apartarse de odios absurdos que no llevan a ningún lado beneficioso para nadie.
CATALUÑA SIEMPRE FUE ESPAÑA. VISCA CATALUNYA, VISCA ESPANYA.
¿Alguien tiene respuesta para estas preguntas sobre la independencia catalana?: http://xurl.es/9ik46
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