¡NUEVO!
Joaquín Bochaca
EL ARTE DE GOBERNAR
Cuando la mentira es verdad
Los depredadores internacionales y el Establishment
18 x12, 5 cms., 187 págs., ilustrado, cubierta a todo color y plastificada brillo con solapas.
P.V.P.: 15 €
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Los hombres del Dinero nunca tuvieron interés en la salud física y moral de nuestras patrias. Su interés consistía en tratar con poderes locales débiles y, si era posible, venales. Por eso mismo, la moderna democracia fue su instrumento. Todo poder fuerte era una amenaza para ellos porque podía imponerles sus leyes. Todo poder real del pueblo les inquietaba, porque podía reclamar la justicia. Todo soberano les repugnaba porque les era inaccesible. Así, pues, dividieron para reinar. El régimen de partidos les ofreció esta oportunidad. Necesitaban un poder constantemente cuestionado, discutido, incluso vilipendiado; unos hombres que tuvieran necesidad de ellos para “hacer carrera”.
El mecanismo fundamental de nuestros regímenes es, pues, el reclutamiento, por medio del sufragio universal, de una casta de gobernantes. El sufragio universal, que debía fundar una democracia, es decir, el poder del pueblo, funda de hecho una oligarquía, es decir, el poder de una casta que el pueblo cree designar. Es decir, que esos diputados que creemos elegir están, en realidad, preseleccionados; nos son, en verdad, impuestos por la casta gubernamental, la cual, actuando como todas las oligarquías, obrará como le venga en gana. La gente cree vivir en un sistema de sufragio universal cuando, en realidad, vive en un sistema plutocrático de cooptación.
¿Por qué sucede todo eso?, se preguntan todos. Buscar las causas, hay que metérselo bien en la cabeza, no es tarea de aficionados. Esto concierne exclusivamente a los especialistas. Y si algún espíritu inquieto y rebelde incurre en el imperdonable error de pretender pensar por su cuenta, ya se ha inventado la llamada Ley del Bozal, que castiga adecuada y ejemplarmente a los recalcitrantes.
«El mundo se divide en tres categorías de gentes: un muy pequeño número que hace que los acontecimientos se produzcan; un grupo un poco más nutrido numéricamente, que vigila su ejecución y que observa que se cumplan, y una amplia mayoría que no sabe ni sabrá jamás lo que ha ocurrido en realidad».
Todo cuelga pendiente de un hilo. ¿Quién nos conduce al abismo, al fin de una civilización y a una dictadura planetaria? Los depredadores internacionales y los amos del dinero, que son a su vez los dueños de la palabra y maestros en el arte de gobernar haciendo de la mentira, verdad. El autor nos ofrece las claves para descubrir cómo funciona el Sistema y que instrumentos utiliza: los partidos, la prensa, la imposición de los estereotipos, la corrección política, la corrupción, las revoluciones programadas, los golpes de Estado encubiertos, las guerras “buenas”, el mundialismo, etc.
El arte de gobernar no es más que el medio de que se valen los poderes fácticos para domesticar a los pueblos. Consiste en fabricar una “verdad”, utilizando como materia prima una serie de mentiras, mezclarlas con unas dosis de verdad y repetir el resultado ad nauseam. Esa verdad constituye lo que se ha convenido en llamar lo políticamente correcto. Su fuerza radica en mantener a los pueblos en la más supina ignorancia, mediante el control absoluto de los medios de comunicación. Se ha perfeccionado hasta tal extremo, que parece haberse entronizado en el mundo una especie de fatalismo paralizante, que imposibilita cualquier posible reacción a todas las crisis, financieras, políticas, sociales, que se nos van asestando cíclicamente.
La satánica obra del arte de gobernar de los dioses que gobiernan el mundo se está acercando a su definitiva realización. Según todos los indicios, el objetivo final, es decir, un gobierno mundial, parece acercarse a pasos agigantados.
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