ESPAÑA INCÓMODA.

"Demasiado libertinaje en la juventud seca el corazón, y demasiada continencia atasca el espíritu".

Charles Augustin Sainte-Beuve (1804-1869) Escritor y crítico literario francés.


martes, 17 de julio de 2012

Crónica y fotografías de los actos centrales del VIII centenario de la batalla.

Con gran éxito de asistencia la Asociación 1212 Memoria Navas de Tolosa ha desarrollado, durante los días 6, 7 y 8 de julio, los actos principales de la conmemoración del VIII Centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa en el municipio jienense de La Carolina.

Unas jornadas marcadas por la participación e implicación tanto de los socios y asistentes, así como de los vecinos de La Carolina y la pedanía de Las Navas de Tolosa y por el gran nivel académico y científico de las conferencias.

Conforme al programa previsto las jornadas daban comienzo el viernes día 6 a las 20:30 en el magnífico Palacio del Intendente Olavide. El Palacio de estilo neoclásico data de 1770, estando su interior totalmente reformado y habilitado con las últimas tecnologías. Los asistentes se iban acreditando ante los voluntarios de la organización, un eficaz equipo de más de veinte personas que sacrificaron su tiempo e incluso su asistencia a las conferencias para encargarse de los puestos de venta de libros, de las acreditaciones de los socios y de la atención a los medios de comunicación, autoridades y asistentes. También se encargaron del acondicionamiento y decoración de la sala de conferencias, con reproducciones de los estandartes reales y de las órdenes de caballería y de cuidar al público más joven durante las conferencias, pues fueron varias las familias enteras que se acercaron hasta La Carolina, muchas con niños.
 
 
 
 
VIERNES 6 DE JULIO DEL 2012.
 
 
Luis Zapater Espi, Doctor en Derecho, profesor universitario, reconocido jurista, Caballero Legionario en la reserva y estudioso de la historia militar procedente de Valencia realizó una apasionante exposición sobre “La batalla de Las Navas de Tolosa en la Historia”, desarrollando magistralmente los antecedentes, desarrollo y consecuencias de la misma. La conferencia duró casi dos horas, pero nunca se hizo larga por la amena capacidad expositiva del conferenciante y las referencias a los paralelismos actuales, muchas expresadas con aguda ironía. La exposición además se valió de una proyección en power point en la que se pudieron ver imágenes de los lugares de la batalla, de los trajes de época y grabados relacionados con la misma, así como de unas detalladas imágenes que explicaban claramente todos los movimientos de cada uno de los ejércitos durante la contienda.

Al abordar los antecedentes el Dr. Zapater se refirió a los inicios de la Reconquista, en el contexto de una España desunida y fragmentada por las traiciones –como la actual-- y su posterior desarrollo hasta la batalla de Las Navas; a la realidad del Islam, señalando como no se puede hablar de una única visión del mismo pero como en cualquier caso la Umma (comunidad de creyentes) está llamada a imponerse sobre cualquier poder temporal; al ejército invasor almohade, ajeno a la propia Al-Andalus, establecido su centro de poder fuera de la Península y hostigando a los propios mahometanos de Al-Andalus con una visión extremista y fanática del Islam, con el consiguiente exterminio de los que no se sometieran a la misma. Realizó una exégesis de las diversas crónicas de la batalla, tanto las procedentes del bando cristiano como del mahometano y analizó las principales obras históricas que se han ocupado de la misma. En el bando cristiano desarrolló los pormenores de la unión de los reinos hispánicos en la batalla, rindiendo homenaje a las grandes dotes diplomáticas y organizativas del Arzobispo Jiménez de Rada, primado de las Españas (no obstante ese título se compartía –y aún hoy se comparte, pero sin poder efectivo-- con el Arzobispo de Braga, en Portugal). Fue el Arzobispo oriundo de Navarra el más fiel consejero de Alfonso VIII y auténtico impulsor de la Cruzada de Las Navas de Tolosa, manteniendo firme el espíritu de unidad y la fe en la victoria hasta en las circunstancias más difíciles. El inicio de la batalla, narrado con la ayuda de las excepcionales proyecciones antes aludidas, comenzó con la deserción de los flancos del ejército mahometano procedente de Al-Andalus; los mahometanos oriundos de la Península preferían la victoria cristiana a seguir sometidos al poder tiránico de los almohades. El desarrollo posterior de la misma enardeció la atención de los presentes por la minuciosidad y entusiasmo de la narración, donde los detalles técnicos militares se unían con hechos auténticamente providenciales, junto a la voluntad de hierro de los caudillos cristianos que determinaron la ulterior victoria cristiana. Como colofón el Dr. Zapater afrontó las consecuencias de la batalla en su importancia decisiva para el fin de la Reconquista y en última instancia para la recuperación de la identidad hispánica de toda la Península.

Al tiempo que se desarrollaba esta primera conferencia otro grupo de asistentes y voluntarios daban comienza en la cercana pedanía de Las Navas de Tolosa al mural conmemorativo del VIII Centenario de la batalla que se pintaría a lo largo de los tres días que duraron las jornadas. La implicación de la pedanía de Las Navas de Tolosa fue total, y sin ellos no hubiese sido posible llevar a cabo este proyecto. Contamos además con el excepcional asesoramiento técnico del artista local José Miguel Scheroff, así como con la colaboración de muchos jóvenes de La Carolina y Las Navas de Tolosa que tomaron el pincel o la brocha y pusieron su aportación para llevar a cabo este mural. Es necesario además agradecer especialmente a la señora Eulogia, a Manoli Alcazar Fuentes y “a las mujeres de la exposición del VIII Centenario” -entusiasta grupo de mujeres de Las Navas que han organizado por si solas una completísima exposición sobre el VIII Centenario de la batalla- sus atenciones y facilidades.











 
 
 
SABADO 7 DE JULIO DEL 2012.
 
 
 
Al día siguiente, 7 de julio, el sr. Alcalde de La Carolina, don Francisco Gallarín, dio unas palabras de bienvenida a los asistentes a las jornadas. No pudo estar presente el día anterior por tener comprometida una intervención televisiva en Madrid relativa a los actos conmemorativos del VIII Centenario de la batalla, estando representado el Excmo. Ayto. el viernes por la Concejal de Juventud. Posteriormente Víctor Ibáñez presentó la primera de las conferencias-coloquio, tratando el hecho de “La unidad de los reinos hispánicos en la batalla de Las Navas de Tolosa”. Por razones militares, la Reconquista, que comenzó siendo defensa frente a un poder más fuerte, impuso una diversificación de potestades que desembocaron en estructuras políticas con algunas peculiaridades sociales y jurídicas, sin que en ningún momento se perdiera de vista la pertenencia a un conjunto unitario. El retorno a la unidad política era contemplado como algo necesario, superior. Los cinco Reyes que retuvieron en exclusiva este título, consideraban su soberanía como algo que compartían al estar dotada de un origen común: la vieja Hispania latino-goda. De ahí la falta de compartimentación. La batalla de Las Navas es uno de los episodios más importantes de esa conciencia unitaria hispánica. La desunión explicó la tremenda tragedia de la derrota de Alarcos. Sin embargo la unión en Las Navas determinó la victoria. A continuación Jorge Galán presentó a cada uno de los ponentes que abordaron la batalla desde la singularidad y la unidad de cada uno de los reinos hispánicos.

El primero en hacerlo fue Santiago Abascal, Licenciado en Sociología, ex parlamentario vasco y presidente de la Fundación DENAES. Nacido en Bilbao, aunque de familia oriunda del Valle de Ayala en Álava, no pudo dejar de comenzar su intervención señalando que “(…) Mal lo tienen los fanáticos separatistas para poder ocultar que fue un vizcaíno, Don Diego López de Haro, quien comandaba la primera línea de ataque de las fuerzas cristianas, y que fueron soldados navarros quienes penetraron hasta el centro mismo de las tropas musulmanas para descabezarlas matando a Miramamolín”. Para a continuación hacer una disección de la historia de la batalla, de la necesidad de rememorar hechos históricos como jalones que explican la existencia de la nación española histórica (constituida por las generaciones pasadas, presentes y futuras) y de la importancia simbólica de la misma como aglutinante de una conciencia nacional ya existente y como referencia histórica desde siempre en la cultura española. La fuerza de su disertación y la legitimidad de su ponente, defensor de España en los territorios más hostiles y por ello objetivo él y su familia de los criminales separatistas, levantaron una contundente ovación por parte del público asistente.

Posteriormente el historiador navarro Pascual Tamburri Bariain, Doctor en Historia, licenciado en Ciencias Políticas, Sociología y Filosofía y Letras, profesor, investigador y columnista habitual de varios medios de comunicación desarrolló con el estilo pedagógico que le caracteriza la importancia de la participación del Reino de Navarra, atacada por los manipuladores de la Historia nacionalistas y no suficientemente reivindicada por los que se dicen defensores de la identidad navarra. Puso de manifiesto como hace un siglo el ayuntamiento de Pamplona y la Diputación Foral de Navarra se volcaron en la conmemoración del VII Centenario, mientras este año ha pasado desapercibido. Explicó la intrínseca hispanidad del Reino de Pamplona, posteriormente de Navarra, y como el aporte de los navarros, siendo el Reino más alejado de la batalla y sin intereses territoriales, fue proporcionalmente igual o superior al del resto de reinos en contienda. Se suele citar la presencia de entre 250 y 300 caballeros navarros, pero se escamotea intencionadamente que cada caballero llevaba aneja una tropa de entre 6 y 8 pajes, escuderos e infantes. Además de los navarros que iban con su Rey a la cabeza hay que contar los monjes guerreros cistercienses procedentes de Fitero y los navarros que ya por aquel entonces ocupaban puestos de oficialidad dentro de los reinos de Castilla y Aragón. Sin olvidar al auténtico padre espiritual de la Cruzada de Las Navas de Tolosa, el Primado de las Españas Rodrigo Jiménez de Rada, navarro de Puente la Reina.

Cerró las intervenciones Guillermo Rocafort, madrileño de ascendencia valenciana, Caballero Legionario del Tercio Gran Capitán, Abogado del Iltre. Colegio de Madrid, Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y escritor y estudioso de la historia militar. Afrontó el aporte de la Corona de Aragón en la batalla, desgranando en primer lugar la personalidad del Pedro II, llamado con toda justicia “el Católico”. Pese a que buena parte de su reinado estuvo enfocado a Occitania y a los territorios transpirenaicos no dudó en ningún momento en cumplir su deber de Cruzada en Las Navas de Tolosa. Refiriéndose a documentos de época, muchos de ellos disposiciones testamentarias recientemente estudiadas en la Biblioteca Nacional nos introdujo en el espíritu de Cruzada que se vivía en los territorios de la Corona de Aragón en los momentos previos a la batalla. Los hombres de aquella Corona se desapegaban de cualquier interés material para partir a luchar y morir por un interés superior. Una psicología difícil de entender con los parámetros actuales de materialismo y hedonismo pero en la que reposaba la más grande de las alegrías y felicidades por la conciencia de saberse cumplidores del deber. Explicó el modo de actuar de los almogávares, constituidos como una auténtica meritocracia en la que las acciones de guerra determinaban el ascenso social y el ennoblecimiento, frente al carácter simbólico y frívolo de muchos títulos nobiliarios actuales. Como corolario refiriéndose a las mismas fuentes y documentos históricos se demostró como ya hace 800 años, ya fuese en lengua aragonesa, occitana o catalana en la Corona de Aragón se tenía presente como se pertenecía a una misma comunidad hispánica.

Acto seguido, se abrió un turno de preguntas e intervenciones por parte de los asistentes.
Al acabar esta primera conferencia coloquio se disfrutó de una comida de hermandad en un restaurante cercano, saboreando lo mejor de la gastronomía de la zona, destacando el aceite de oliva y el delicioso paté de perdiz. La comida sirvió para continuar las conversaciones sobre la batalla en un tono más distendido.

Por la tarde la primera de las conferencias coloquio volvió a reunir a tres grandes estudiosos de la batalla en la conferencia-coloquio “Reivindicación de la batalla de Las Navas, hoy”. Luis Zapater y Pascual Tamburri, que previamente ya habían intervenido, junto con Ángel de la Iglesia, editor y escritor de temática histórica y militar procedente de Madrid. Presentados por Luis Castillo comenzó interviniendo Ángel de la Iglesia, abundando y complementando los detalles históricos anteriormente explicados en otras explicaciones, señalando las diversas interpretaciones que la historiografía ha realizado sobre la batalla y deteniéndose en la aportación voluntaria de las milicias de los Concejos castellanos. Frente a una injusta visión sobre Castilla demostró la organización del Reino de Castilla se podría asemejar, usando terminología actual, a una democracia rural que tenía su máxima expresión en las Comunidades de Villa y Tierra donde hombres libres se mancomunaban para la defensa de los intereses de sus municipios e igualmente se alistaban libremente como voluntarios para ir a combatir junto a su Rey. Tuvo asimismo una reflexión sobre el Reino de León, que sí que estuvo efectivamente representado en la batalla por caballeros voluntarios, así como el Reino de Portugal, en aquel entonces un reino hispánico más, pese a la ausencia de su Rey. Puso el fin de la Reconquista en el año 1609, con el edicto de expulsión de los moriscos, refiriéndose a la inadaptación de esa minoritaria comunidad que pese a haberse bautizado seguía con su antigua religión siendo una auténtica quinta columna de los piratas berberiscos, generando episodios tan trágicos como la guerra de las Alpujarras.

Luis Zapater que por la mañana tuvo ocasión de visitar los campos en que se desarrolló la batalla, así como un denominado “museo y centro de interpretación de la batalla de Las Navas de Tolosa” hizo una reivindicación de la misma frente a las sempiternas manipulaciones. Particularmente la de este “centro de interpretación” ante el que cualquier persona con un poco de criterio quedaría horrorizada por el cúmulo de mentiras e interpretaciones totalmente capciosas que contiene. Se refirió a la importancia simbólica que tuvo la batalla posteriormente al desarrollo de la misma, y a su importancia en la literatura (desde las crónicas hasta el “Poema heroico de Las Navas” de Cristóbal de Mesa, pasando por los cantares de los juglares occitanos y de los varios poemas sobre Las Navas en aquella lengua de la Corona de Aragón) o en la pintura (fundamentalmente en las escuelas del siglo XIX).

Pascual Tamburri hizo un llamamiento a superar los complejos históricos, afrontando la historia tal y como fue, sin interpretarla a la luz de la mentalidad actual, sino en el contexto histórico de cada hecho histórico, estudiando las fuentes sin mistificaciones. Por si sola la batalla de Las Navas es una representación de la preeminencia de unos valores que en cierto modo son eternos o al menos se repiten en determinadas épocas históricas que constituyen una auténtica epopeya y un enorme tesoro patrimonial histórico para los españoles.

La última de las conferencias coloquio abordó “La batalla de Las Navas de Tolosa y el freno del expansionismo islámico”. Un reciente artículo del académico Luis Suárez sobre la batalla de Las Navas de Tolosa, además de la fundamentada explicación histórica ponía de manifiesto los acusados paralelismos entre el expansionismo islámico de hace 800 años y el actual. Actualmente, como en 1212, la visión más radical del Islam continúa su expansionismo. Recientemente ha sido noticia la inmolación de un ceutí de origen marroquí y religión musulmana en un ataque suicida contra el ejército sirio. Imanes de mezquitas en España hablan impunemente de maltratar a las mujeres, en diversos puntos de Cataluña funcionan tribunales islámicos que imponen a los musulmanes únicamente la sharia frente a nuestro Estado de Derecho, e incluso ya se han dado casos de ablación en España. A nivel europeo, en plano corazón de Europa, tenemos el caso de Kosovo, invasión ilegítima de un territorio serbio para construir un Estado narcoterrorista previo exterminio de la población autóctona y cristiana. Y a nivel internacional vemos como las llamadas “primaveras árabes” lo que realmente esconden es el ascenso de los fundamentalistas islámicos. En Las Navas de Tolosa se frenó a la versión más radical de ese expansionismo islámico. Se le derrotó y no quedó huella real ni efectiva de él, más que pequeños restos que deben de ser ubicados en la arqueología. Laia Vilaltella, de Castellón, presentó a los ponentes.

Jorge Galán desarrolló una ponencia escrita por Jesús Lainz sobre el mito de las tres culturas, acabando su intervención con un canto a la hispanidad de Andalucía frente al mito interesado y absurdo de hacer de los reinos del sur de la Península una mezcla de elementos árabes y mahometanos. Pablo Barros, de Vigo, leyó una ponencia de los profesores Joan Gilabert y Santiago de Andrés sobre la repoblación en la Andalucía Bética, fruto de varios años de investigación sobre el terreno. La misma demuestra de un modo científico, concluyente e inapelable como la identidad de los andaluces es plenamente europea. Junto a los datos históricos de la repoblación aportaron diversos estudios genéticos desarrollados en los últimos años, especialmente Alu insertion polymorphisms in NW Africa and the Iberian Peninsula: evidence for a strong genetic boundary through the Gibraltar Straits. Hum Genet 2000, 107:312-319. Nicholas y Juana Lahovary, Historia primitiva y actual de la península hispánica a la luz de los análisis sanguíneos. Actas y memorias de la Sociedad española de antropología, etnografía y prehistoria. Tomo XXIV, cuadernos 1-4.

Entre los asistentes a las conferencias hubo socios llegados desde los puntos de España, entre otros Luis Carlón y Luis González Vita, dirigentes de la A.C.T. Fernado III El Santo de Palencia, del Foro Sevilla Nuestra que fletaron un mini bus desde la capital hispalense para los actos del sábado, Alfonso Rojas y miembros del Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas de Jaén, miembros de la asociación cultural Cassia de Torredonjimeno, de la asociación de Arqueología y Genealogía del Reino de Jaén, varios cronistas de municipios cercanos, de la ONG Solidaridad Kosovo --uno de cuyos miembros nos habló de su experiencia como cooperante en un reciente cargamento de ayuda humanitaria a esta región serbia hoy día sometida ilegítimamente a un Estado narcoterrorista islámico-, de la Asociación Adelantada de Melilla, que hizo obsequio de una figura de don Pedro Estopiñan, conquistador de Melilla en 1497, de la asociación deportiva Timbaler del Bruc de Barcelona y Gerona, de la asociación sociocultural Leyre de Navarra, así como amigos de Madrid, Toledo, La Rioja, Santander, Albacete, Ciudad Real, Valencia, Alicante, Vigo, Cartagena, Alcalá de Henares, Asturias, Zaragoza, Algeciras, Cáceres, Granada, Málaga, etc. En definitiva un entusiasta grupo de españoles que no renuncia a su identidad histórica.

Al finalizar las conferencias parte de los asistentes se trasladaron a la cercana pedanía de Las Navas de Tolosa. Los últimos rayos de sol se ponían por los montes de Sierra Morena y daba comienzo una marcha silenciosa que partió de la plaza mayor hasta el monumento a la batalla situado en la entrada del pueblo. La comitiva iba encabezada por el Primer Teniente de Alcalde y los mandos de la Guardia Civil de La Carolina. Tras ellos unos portaestandartes con los tres reinos hispánicos cuyos reyes enarbolaron pendón real en la batalla y detrás los estandartes de las cuatro órdenes de caballería. El resto de la comitiva iba detrás, en silencio, con antorchas a los lados y con buena parte de vecinos de la pedanía cerrando la misma. En el monumento esperaba el sr. Alcalde de La Carolina y demás autoridades, junto a un joven miembro de nuestra asociación tocando. Cuando la marcha llegó al monumento otro miembro de la asociación leyó unos versos históricos mientras seguía sonando la flauta:


Hispánicos pendones orgullosos, hacia la muerte van cien mil valientes gorjales acerados y fulgentes que marchan a Tolosa presurosos. Son hombres por carácter animosos espíritus guerreros tan ardientes que cargan y se baten imprudentes saliendo de los llanos y montes victoriosos Tierra de sangre baña en las entrañas reconquistadas con espada y lanza cantado por juglares, remembranza, palabras de emoción y cirigañas Gestas de gloria para las Españas herencia de futuro, de esperanza.

Después Gonzalo, otro joven miembro de la asociación, arengó a los presentes con unas palabras llenas de fondo y sentimiento. Empezó cantando las glorias de España para acabar denunciando las miserias presentes. El alcalde de La Carolina inauguró una placa conmemorativa del VIII Centenario de la batalla sufragada por la asociación, dando unas palabras de agradecimiento.

En la Plaza Mayor de la pedanía se compartió una nueva cena de confraternización, disfrutando en un ambiente distendido hasta bien entrada la noche de todos los buenos sentimientos acumulados a lo largo de una jornada tan histórica.

Los actos concluyeron al día siguiente con una Santa Misa en sufragio por los muertos en la batalla de Las Navas. El párroco, don José Luis, en su homilía reflexionó sobre la fundamentación católica de España y su unidad, recordando la gesta católica de la Cruzada de Las Navas de Tolosa. En las preces precisamente se tuvo presente a España y a los que lucharon en aquella batalla. Pilar, miembro de la asociación procedente de Valencia y soprano cantó durante la Santa Misa varias piezas de música sacra.
Para finalizar parte de los presentes se acercaron a ver el mural terminado, dándose unas palabras de despedida y agradecimiento por parte de los organizadores. En un ambiente de alegría y hermandad los allí presentes se despidieron con la satisfacción de haber cumplido con el deber de recordar a los que nos precedieron y gracias a los cuales hoy en día somos lo que somos.




















 
 
 
 

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