Como si no tuviéramos suficiente con Santiago Carrillo, con los numerosos monumentos a las Brigadas Internacionales o a otros como "La Pasionaria", ahora vemos como la democracia capitalista, vuelve a recompensar a sus allegados ideológicos, -en este caso como en otros tantos, de carácter comunista-, dictando sentencia: se le ha otorgado el premio de los Derechos Humanos 2011.
Inevitablemente, surgen preguntas que deben tener sus respuestas más pronto que tarde:
¿Quién compone semejante jurado, bajo las siglas APDHE?
¿En qué aspectos en concreto se ha basado dicho jurado para otorgarle semejante reconocimiento?
¿Con qué categoría moral ese jurado otorga dicho reconocimiento?
ES UNA VERGÜENZA LO QUE ESTÁN HACIENDO DEMÓCRATAS CAPITALISTAS Y EL COMUNISMO MÁS RANCIO, ANTIESPAÑOL Y ASESINO QUE HA PODIDO VER ESPAÑA NUNCA.
Las víctimas que dejaste en el camino de esa perra guerra no deben padecer esta humillación pública que desde las altas esferas se está cometiendo contra su memoria y dignidad. Deberíais poder ser enjuiciados y encarcelados, -premiadores y premiados-, por parcialistas, subjetivos, antifascistas y revanchistas. Os dejamos con la vomitiva noticia:
Premio para Marcos Ana: ex preso, gran lector, escritor y defensor de las libertades.
Fernando Macarro, más conocido como Marcos Ana, ha sido galardonado con el premio Derechos Humanos 2011 en su categoría de Nacional.
El galardón es convocado por la Asociación Pro Derechos Humanos (APDHE).
Marcos Ana es el pseudónimo (tomado de los nombres de sus padres) de este salmantino nacido en el municipio de la Alconada en enero de 1920.
Fue el preso político que pasó más tiempo en las cárceles franquistas siendo, en 1961, uno de los primeros presos políticos liberados por la actividad de la recién fundada Amnistía Internacional.
En la prisión de Porlier participó en la creación de un periódico clandestino, Juventud, en 1943, hecho por el que fue trasladado a la Dirección General de Seguridad, donde fue torturado.
Fue condenado de nuevo a 30 años de reclusión por un delito contra la Seguridad del Estado[15] y trasladado al penal de Ocaña en 1944.
Tras pasar por la cárcel de Alcalá de Henares, terminó su trayectoria carcelaria en el penal de Burgos, donde permaneció desde 1946 hasta 1961. No fue ejecutado por haber cometido los crímenes que se le imputaban en minoría de edad.
Su afición a la lectura se inició con antiguos libros que circulaban por el penal de obras autorizadas de clásicos españoles: Quevedo, Lope de Vega, Calderón. Pudo tener acceso a El Quijote a pesar de no estar permitida su lectura y, más tarde, a las obras prohibidas de Rafael Alberti, Miguel Hernández o Federico García Lorca gracias a la introducción clandestina de libros cuando se relajaron las medidas contra los presos políticos a partir de 1950.
A mediados de esa década fue cuando comenzó a escribir sus primeros poemas bajo el seudónimo de Marcos Ana que, escondidos, consiguieron salir al exterior y conocerse por muchos opositores a la dictadura.
Algunas de sus obras son: Poemas desde la cárcel (1960) España a tres voces (1961) , en colaboración con Luis Alberto Quesada y Jesús López Pacheco, Las soledades del muro (1977) y Decidme cómo es un árbol. Memoria de la prisión y la vida (2007).
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